El vuelo ha sido tranquilo, de algo más de una hora de duración en un turbohélice de Cebú Pacific. Llegando a Legazpi podíamos ver el volcán activo Mt. Mayón, el más importante de Filipinas, un volcán con la forma cónica más perfecta del mundo, aunque la gran cantidad de nubes sólo permitía ver la base. De hecho teníamos previsto subir a una colina junto a la ciudad que es el mejor punto para observarlo, pero las condiciones meteorológicas de nuevo nos han vuelto a fastidiar el plan.
Al final, aunque Legazpi sólo era una ciudad de paso en nuestros planes, ya que es el aeropuerto más próximo a Iriga con vuelo directo desde Cebú, tan sólo nos ha dado tiempo a ver una de sus calles principales, que tiene mucha actividad y por la que hemos paseado, comido en un fast food de comida china "Chowking", buscar lavandería... y visto un par de iglesias además de la mayor concentración de jeepneys que he visto hasta el momento circulando al mismo tiempo. Debo decir que aparentaba ser una ciudad muy agradable.
Nuestra idea inicial era dormir en Legazpi y de hecho teníamos una guesthouse reservada y pagada a la que hemos ido y nos hemos instalado, para mañana ir a Iriga donde debe tomar la comunión el hijo de mis amigos filipinos. Pero a mitad tarde, casi a las 5 nos han llamado diciendo que la ceremonia se realizará mañana, si, pero a las 6 de la mañana y que convendría ir hoy mismo a Iriga. Eran las 5 de la tarde, habíamos dejado la ropa en una lavandería y con el cambio de planes nos ha tocado reclamar la ropa sucia, ir de nuevo al hotel a por las mochilas, coger un triciclo e ir a la estación de autobuses, más exactamente a la de vans que está justo al lado y coger la penúltima van que salía para Iriga. Éramos 15 personas con el conductor, un poquito apretados y con el aire acondicionado a tope que al final de la hora y media de viaje costaba aguantar.
Encajados en la van, camino de Iriga
De la estación terminal de Iriga hemos ido al centro a buscar un hotel y nos hemos quedado con el que mejor recomendaciónes tenía de los tres que aparecen en internet. Curiosamente hemos reservado el hotel a través de la web de Agoda (Portal de hoteles) desde la misma recepción ya que salía más barato que pagarlo directamente.
Eran las 20,30 y había que ir a cenar. El problema es que Iriga es una ciudad muy pequeña y nada turística y a esa hora ya estaban cerrando todos los restaurantes, hemos intentado entrar en dos, pero ya estaban recogiendo, incluso el famoso Jollibee... Al final el único que quedaba abierto en el centro de la ciudad a esa hora ha sido de nuevo el mismo restaurante chino de esta mañana... que además ha comenzado a cerrar cuando ya estábamos dentro, así que hemos cenado de milagro!! Ya es casualidad que hayamos comido y cenado en el mismo restaurante del que hasta hoy no habíamos oído hablar.
Eran las 20,30 y había que ir a cenar. El problema es que Iriga es una ciudad muy pequeña y nada turística y a esa hora ya estaban cerrando todos los restaurantes, hemos intentado entrar en dos, pero ya estaban recogiendo, incluso el famoso Jollibee... Al final el único que quedaba abierto en el centro de la ciudad a esa hora ha sido de nuevo el mismo restaurante chino de esta mañana... que además ha comenzado a cerrar cuando ya estábamos dentro, así que hemos cenado de milagro!! Ya es casualidad que hayamos comido y cenado en el mismo restaurante del que hasta hoy no habíamos oído hablar.
Mañana sí que nos va tocar madrugar... a las 5 de la mañana... Por lo visto son muy madrugadores los curas de Iriga.
Hay que entender que la comunión la han arreglado desde aquí mis amigos durante estos días, ya que ellos viven en Palma y han venido de vacaciones y les hacía ilusión celebrarlo en Filipinas y no debe haber sido fácil encontrar fecha... aunque sí tenemos en cuenta que a las 8,30 de la tarde ya está todo cerrado... igual no es tan pronto para ellos 😀😀!!
En cualquier caso, a mí que me gusta hacer cosas que no ha hecho nadie, podré decir que un español ha ido a una comunión a las 6 de la mañana y seguro que poca gente va a poder batir mi marca...
Esta gran familia filipina son casi como otra familia para mí, así que estoy contento de poder asistir, además con Marta de acompañante. Mañana supongo que habrá fiesta después... Ya veremos.
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