martes, 16 de agosto de 2016

16 de Agosto de 2016. Taipei. Templos en el viejo Taipei. Tradición y modernidad

Cuando ayer finalmente embarcó Marta en Hong Kong era la una de la madrugada, hora local... Ya podía dormir tranquilo, así que apague luces y teléfonos y pude dormir.

He encontrado cerca del hotel un sitio donde puedo tomar un café aceptable en un lugar pequeñito, nuevo y con aire acondicionado, así que he desayunado allí un café cortito y un sandwich.

Luego he hablado con el dueño del hotel. Le he preguntado sobre templos y me ha recomendado los principales. También me ha indicado que líneas de metro y en que paradas debo apearme.

Mi primera parada ha sido el templo Xingtian. Aunque es un templo taoísta, está dedicado a Guan Yu, el patrón de los negocios, y al parecer, no le faltan devotos. Escuchaba como si a la gente se le cayeran cosas, pero no era más que piezas de plástico con alguna inscripción, que tras el rezo, dejaban caer al suelo. Da la impresión que según la forma en la que caen se deben cumplir o no las súplicas de los creyentes... Pero ésto es sólo algo que imagino... no sé cuál es el verdadero objetivo de esta costumbre.

Entrada al templo

Esta gente leia para rezar

Este debe ser Guan Yu

La gente rezaba y tiraba las dos piezas de plástico al suelo y miraba "el resultado" y las recogía...

Las piezas en cuestión

Habia un sistema de agua para refrescar el ambiente

Posteriormente y también en metro, en donde he debido hacer un transbordo, he llegado al más importante de los templos de la ciudad. El Templo Longsan. Antes de entrar he dado un paseo por esta zona más antigua de la ciudad buscando un sitio donde tomar algo y que tuviera aire acondicionado, lo que no ha sido nada fácil. Finalmente he encontrado un restaurante de comida local y allí he comido un caldo de costillas y un zumo de sandia que debía llevar especias porque sabía a otra cosa. No me ha gustado demasiado, pero como no tenía mucha hambre, ha sido suficiente.

Lo de la derecha es el caldo

Este sistema se utiliza bastante en este tipo de restaurantes. Marcas la comanda, entregas el papelito en caja, pagas y ya te lo sirven ellos. Obsérvese de que sólo está el jugo de sandia como bebida!

Tras la comida era el momento de entrar en el Templo...

Vista desde la calle

Aunque parecido en sus formas, como casi todos los pequeños templos que voy encontrando por las calles, éste parece mucho más venerado por los locales. También es más antiguo, de 1738, aunque aquí también incendios y terremotos han hecho que se haya tenido que reconstruir en bastantes ocasiones.

Puerta principal

Ofrenda de alimentos para los Dioses

Encendido del incienso. Casi todos rezan con varios inciensos encendidos que agitan de arriba a abajo

El patio principal, en el que me senté unos minutos

Es bastante espectacular, además, el olor a incienso crea un clima muy sosegado. Las divinidades a las que se rinde culto son taoístas y tradicionales, como Matsu, Diosa del mar, pero a la que veo que le ponen más fervor es a la figura de Buda.



En una esquina de este templo también se tiraban las piezas de plástico al suelo, quizás allí estaba la imagen de Guan Yu



Este es el Buda más venerado

Estas camionetas portaban gran cantidad de faroles chinos

En todo el casco antiguo se están preparando ofrendas de comida y se están haciendo hogueras en las que queman papeles. Incluso en algunos comercios tienen su propia pequeña hoguera y alguna persona por su cuenta también he visto en estos menesteres. Parece ser que hay una celebración religiosa en ciernes. Ya vi algo parecido en Cuching, Indonesia y también era Agosto, por lo que debe ser la misma celebración.

Paseo por calles y callejones

Decido ir andando hasta la zona de Red House que me habían recomendado. El paseo es agradable pese al calor y aunque parece que se nubla un poco y podrían caer 4 gotas que refresquen el ambiente, no me cae esa breva.

No se ven muchos de éstos por aqui, aunque el parque automovilístico es muy nuevo

Hoy toca patear la calle así que me pongo a deambular por sus callejones y avenidas y decido ir andando a mi próximo destino, La Casa Roja. Es una especie de antiguo teatro donde hacen representaciones. La zona es ya algo más moderna y da la impresión que debe tener más ambiente cuando oscurece porque los bares empezaban a abrir.

La Casa Roja

Como aún no ha caído la tarde, tras tomarme algo fresco en un Starbucks, he decidido irme a mi hotel andando. Con el GPS del móvil es fácil, aunque me estoy quedando sin batería y he dejado por despiste el cable para cargarlo, por lo que no es una opción esperar aquí a que se haga de noche

Esta zona tiene un aire a Times Square de Nueva York

Esta tienda con fachada jardin me llamó mucho la atención. Luego vi alguna más parecida a ésta

Después de descansar un par de horas y aprovechar para pasar fotos al otro teléfono, porque ya no me caben en el que llevo, salgo de nuevo para la zona de Red House. Son poco más de 2 kilómetros así que me voy andando.

Según me voy acercando voy viendo más y más gente, todos en la misma dirección que yo. Esta vez he utilizado otro trayecto por una avenida paralela que pese a la cercanía al trayecto que había realizado antes, es absolutamente diferente, muy moderna. Cada vez veo más luces y más y mejores comercios.


Llego a donde empieza una zona de calles peatonales que están abarrotadas de gente, mayoritariamente jóvenes aunque también familias. Debe ser un día festivo porque es martes y aunque luego me percato que es la zona donde se concentra el ocio de la ciudad con cines, restaurantes y tiendas, es demasiada gente para un día normal.


El ambiente es estupendo, además la ciudad es tan tranquila y segura que da gusto ir por la calle. Incluso hay algún espectáculo callejero y muchos carritos de comida. Hay pocos sitios donde puedes tomar una copa y además tienen poca gente. Aquí la cola las tienen las heladerías y los puestos y tiendas de zumos. Creo no haber visto consumir alcohol desde que he llegado a la ciudad. 

Los escasísimos restaurantes occidentales se situan en pisos, porque los bajos son pequeños y no hay ninguno disponible

Tras recorrerme todas las calles me voy a cenar, pero esta vez lo hago en un restaurante occidental porque sigue haciendo mucho calor, casi 30 grados que sólo el aire acondicionado que sale de las puertas de las tiendas consigue aliviarlo.

Hay muchas salas de cine en el área. Algunas con 4D, Imax...

Después de cenar, a eso de las 10,30 veo que hay incluso más carritos de comida y algunos puestos tipo mercadillo.




Aunque es muy agradable pasear, decido irme pronto de vuelta, me quedan otros dos kilómetros y pico de paseo para llegar a mi hotel y ya me duelen las piernas. No sé cuántos kilómetros he andado hoy, pero son muchísimos...

Este comercio es muy singular...

1 comentario:

  1. Muy buenas las fotos y Martita en casa sana y salva, disfruta el resto de tu viaje.

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