jueves, 18 de agosto de 2016

18 de Agosto de 2016. Manila. Makati y Cementerios

Esta noche he dormido como un lirón tras la paliza de andar que me he pegado estos dos últimos días en Taipei. Aun así me he levantado a las 8,30 y me he ido para el centro de Makati, a unos 15 minutos andando desde mi hotel.

Mucha gente hace el mismo camino que yo, aunque ellos van a trabajar

Makati es una ciudad dentro de otra ciudad y no tiene nada que ver con el resto de Manila. Es la zona de negocios de la ciudad y está casi Inmaculada. Altos edificios de apartamentos y oficinas, restaurantes de calidad, tiendas de lujo. He desayunado y luego me he dado un paseo forzoso porque me he hecho un lío con el GPS pero así he tenido la oportunidad de verla un poco mejor. El día era claro y caluroso




Imponentes edificios. Fuera de horas punta, el tráfico es fluido en esta zona

Esta es también la zona mas cuidada de la ciudad

De vuelta al hotel, allí he pedido un taxi con el que he llegado a un acuerdo de llevarme durante unas 4 horas por unos 20 euros. Puede parecer mucho tiempo pero más de la mitad la he pasado cruzando arriba y abajo la ciudad entre un tráfico absolutamente caótico.

Yo quería ver dos de los cementerios de Manila, tanto a la chica de recepción como al taxista les parecía un poco raro e incluso, éste último, no tenía muy claro dónde estaban y ha tenido que utilizar su navegador, al final,para encontrar uno de ellos.

El primero que he intentado visitar ha sido el Cementerio Norte de Manila porque tiene varias singularidades, pero el taxista me ha recomendado pedir permiso para hacer fotos a los agentes de la puerta y pese a decirles que yo era periodista no me lo han dado. El taxista me ha comentado que en esas curcunstancias era peligroso hacer caso omiso de la prohibición.

Así que nos hemos dirigido al segundo de ellos, el Cementerio Chino. En éste no hemos tenido problemas para las fotos tras hacer una donación de 2 euros, pero no es tan interesante. Es cierto que también parece un barrio más que un cementerio y también se nota que los chinos tienen pasta, porque está lleno de mausoleos que parecen casas lujosas.

Entrada al cementerio chino


Son panteones aunque parezcan casas

Tiene estupendas calles...

Como en cualquier barrio las calles tienen nombre

Aun así, he seguido investigando con la ayuda, como traductor al filipino, del taxista, y hemos preguntado en un hostal donde se suponía que hacían tours por el cementerio, pero tampoco, así que finalmente le he pedido a mi colega que fuéramos de nuevo al Cementerio Norte y esta vez no íbamos a pedir permiso. Los cristales tintados del coche han venido muy bien al efecto.

Entrada al Cementerio Norte

Al entrar nos ha mirado el mismo vigilante de antes pero parece que no se ha percatado de que éramos nosotros, así que hemos empezado nuestro propio tour, eso sí, sin bajar del coche.

La ropa tendida da fe de que sus moradores están vivos

Lo más singular de este enorme cementerio, el más grande que he visto hasta ahora, es que no sólo parece un barrio, sino que lo es. Cientos de personas, por no decir miles, viven en los mausoleos y panteones. Hay tiendas e incluso bares (en improvisados espacios) para tomar algo y la gente anda ente tumbas como si fuera por una calle cualquiera.

Charlando en los bancos del parque

Los niños juegan, sin el más mínimo temor. La gente pone la ropa a secar colgando los hilos entre una y otra sepultura. Algunos jóvenes pasan el rato sentados en ellas, charlando como si estuvieran en los bancos de un parque.

Tumba del Presidente Roxas

Y aunque no lo he visto, porque no podíamos meternos por las zonas en las que había que ir andando, he leído que incluso algunos han puesto aire acondicionado en sus "casas". 


Comiendo entre los muertos

Es una lástima no poder tener un guía, que haberlos haylos, para ver con detalle la cantidad de cosas increíbles que deben ocurrir en este camposanto. Tuve la oportunidad de verlo un día en televisión hace bastante tiempo. Hay incluso gente que tiene trabajo, pero que ha encontrado una solución habitacional mientras cuida de los suyos que ya se han ido. La próxima vez que venga a Manila, si tengo la oportunidad, lo intentaré de nuevo.

Cruzando por las "aceras"



Esto parece una vivienda con mucho movimiento, con sus motos aparcadas

No sé si aquí están enterrados los policias fallecidos o es una especie de retén

Los niños jugando

Aqui se podía tomar la fresca

El taxista me ha llevado a ver el mausoleo de un famoso cantante filipino

Como estábamos al lado de Chinatown, le he pedido al taxista que pasáramos por allí. Es pequeño y no tiene nada de especial, pero he aprovechado para cambiar moneda y poner saldo en mi tarjeta SIM que ya se había agotado.

Un pequeño lio de cables en Chinatown

Muchos comercios, sobre todo joyerías, además de casas de comida

Por la tarde he vuelto al Centro comercial Greenbelt, porque aquí es mucho más que eso. Es donde se reúne la gente para tomar algo y donde van también todos los turistas, por lo que siempre está muy animado.

Greenbelt 3

Mañana voy a la isla de Palawan, aunque no sea la época ideal porque el tiempo no es bueno, pero como a mí no me gusta la playa, no es tan importante. Lo cierto es que tendré que madrugar. El vuelo sale a las 11 y eso supone salir del hotel en plena hora punta matinal, lo que supondrá bastante más de una hora llegar al aeropuerto pese a que está sólo a unos nueve kilómetros de aquí, pero ya me ha costado casi una hora recorrer los menos de dos kilómetros que separan este centro comercial de mi hotel. Cierto que también era hora punta, esta vez la de la tarde, y que se ha puesto a llover bastante.

Para los que visiten Manila es importante. Es el tráfico más intenso y desordenado que he visto hasta ahora en cualquier ciudad del mundo. Hoy me habré pasado más de cuatro horas dentro de un vehículo, aunque ver el ambiente y movimiento en las calles te lo hace entretenido.

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